Vicious se marchó de su Holiday Inn en Memphis, Tennessee, en busca de drogas. Después le encontraron en un hospital, con las palabras «gimme a fix» («dame un chute») grabadas en el pecho con una cuchilla. Vicious llamó al público «puñado de maricas», durante un concierto en San Antonio, Texas, antes de golpear a un espectador con el bajo en la cabeza.En Baton Rouge, Luisiana, recibió sexo oral simulado en el escenario, sobre lo que después declaró: «ese es el tipo de chica que me gusta»(te la chupo toda sid xD). Sufriendo el síndrome de abstinencia de la heroína en el concierto de Dallas, Texas, escupió sangre encima de una joven punk que se había subido al escenario y le había propinado un puñetazo. Después, esa misma noche, acudió al hospital a tratarse varias heridas. Ya fuera del escenario se dice que le dio una patada a una fotógrafa, atacó a un guarda de seguridad, y finalmente retó a uno de sus guardaespaldas a pelear: tras recibir una paliza, dicen que exclamó: «Me gustas. Ahora podemos ser amigos».
Jones: Viejo capullo. Viejo verde.
Grundy: Pues sigue jefe, sigue. Vamos. Tienes otros cinco segundos. Di algo escandaloso.
Jones: Sucio bastardo.
Grundy: Venga, otra vez.
Jones: Sucio cabrón.
Grundy: Qué chico más listo.
Jones: Qué puto rufián (what a fucking rotter).
Sex Pistols me abandonaron, perdido en Los Ángeles sin billete de avión, sin hotel, y habiendo dejado un mensaje a Warner Bros diciendo que si alguien llamaba diciendo que era Johnny Rotten, era mentira.
No lo entiendo. Lo único que intentamos hacer es destruirlo todo
Nada hubiera ocurrido sin los Pistols. Era algo como: «¡wow!, yo creo en esto». Lo que decían era: «Es un montón de mierda. Voy a hacer lo que hago y no me importa lo que piense la gente». Esa era la clave. La gente olvida eso, pero era la principal ideología para mí: no nos importa lo que pienses: de todas maneras eres una mierda. Esa era la actitud que hacía a la gente moverse, además de la música
contrario que su imagen, los Pistols se tomaban muy en serio la música. El verdadero grito rebelde venía de las guitarras de Jones: un masivo muro de sonido basado en los riffs de guitarra más simples y retro. Esencialmente, Sex Pistols reforzaron lo que habían demostrado en los años 1960 las bandas de garage: no necesitas técnica para hacer rock and roll. En un momento en que la música se había vuelto cada vez más compleja y desdentada, el cambio generacional de los Pistols causó una verdadera revolución».
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